La información digital es maravillosa, permite ser editada, compartida, indexada, guardada, recuperada, reutilizada. Sin embargo es tan volátil que una falla eléctrica, un virus o una falla en el medio de almacenamiento (entre otras causas), puede hacer que desaparezca en un instante.
La solución es crear un hábito de buenas prácticas para el resguardo de nuestros archivos. Un original es 100% inseguro. Original más una copia: 50% inseguro. Original más dos copias: 33% inseguro (menos que 33%, por las bajas probabilidades que fallen simultáneamente). Es triste y doloroso decir adiós a nuestros archivos cuando estos representan horas, días o años de esfuerzo. ¿Cómo van con la estrategia y los hábitos que les permiten resguardar vuestro trabajo? Deseo que no tengan que decir nuevamente: adiós, a menos que sea voluntario y necesario. A… , hasta la próxima. (casi digo adiós).
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